Carta de Amor

Un hombre intenta buscar las palabras más sensatas para lo que siente, pero no le resulta fácil comunicarse. La identidad de la amada es tan etérea que podría ser una mujer o la naturaleza misma. Con alusión a los colores propios del otoño taiwanés, las ilustraciones completan los pensamientos del enamorado a través de referencias a los arces y cipreses con tonos rojizos que evocan tardes melancólicas, llenando de afecto cada esquina. El género epistolar se comprende en su máxima expresión con la tipografía de una máquina de escribir y con el desarrollo visual de una historia de amor que trasciende desde la corteza del árbol hasta el papel. Representando la búsqueda por una definición del amor, que nunca resulta fácil de hallar, este poema se destaca por la fuerza de la imagen, repercutiendo en el estado emotivo del sujeto y de quien lea estas páginas.