El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha

¡Hola! Mi nombre es José y hoy les quiero recomendar “El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”. Su autor, Miguel de Cervantes y Saavedra, escribió la obra entre 1605 y 1615, con una mano menos (puesto que la perdió en una batalla naval) y recién regresado de la guerra. Es cierto que se trata de una novela vieja y difícil de leer; sin embargo, se trata de la primera novela moderna de Occidente, un artefacto histórico cuyo valor no solo se halla en su importancia académica, sino también en sus personajes tan humanos como tú o yo; en sus historias que bailan entre lo absurdo, lo trágico y lo espantoso; en la filosofía de vida que nos presenta y en su ataque constante a la monotonía de nuestras simples y poco caballerescas vidas. La novela nos miente, nos hace creer que seremos testigos de las aventuras que un caballero y su escudero viven día; se trata, empero, de las desventuras de dos extraños cuyos intereses parten siendo muy distintos y, con el paso del tiempo, llegan a ser muy buenos amigos con un propósito en común.
Recomiendo “El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha” porque es una novela que se resiste a ser leída por una audiencia poco flexible y carente de imaginación. No necesita ser entendida, sino comprendida y aceptada. Su lenguaje es complejo y, a menudo, nos desafía a empatizar con personajes lejanos tanto en lo temporal como geográfico. Sin embargo, una vez que nos atrevemos a dar el primer paso, un mundo de caballeros, doncellas y molinos de viento que, en realidad, son gigantes escondidos nos hechiza hasta freirnos los sesos, igual que al protagonista, Don Quijote. Sin duda alguna, se trata de un vistazo a la vida que se nos prometió de chicos y que nunca quiso llegar.