Rocío Escudero Cáceres
En “El mago y el escritor”, Gandalf viaja por la Tierra Media, viviendo aventuras con los distintos compañeros que se encuentra en el camino. Hobbits, elfos y otros personajes de “El Señor de los Anillos” se vuelven escuchas de la narración sobre un ser al que el mago llama ‘humano’, un tal John Ronald Reuel Tolkien.
Así, gozamos de la historia de vida del reconocido autor como montaraces de este continente de ensueño. En ese truco de magia, hechos históricos y ficticios se imbrican, dando paso a una biografía marcada por la constante búsqueda de camaradería. Aprendemos que, en cada lugar en que vive, Tolkien se dedica a crear algún club de lectura o espacio de encuentro literario.
Pese a ciertos pormenores en la edición, lo que más destaca en el libro son sus atributos positivos: la calidad investigativa de los datos biográficos recopilados; un intertexto que logra su fin de despertar la nostalgia de ese otro mundo sin perder verosimilitud; y unas destacables ilustraciones que lo acompañan.
Por último, valoro la labor desempeñada por Tolkien de compartir la lectura, construyendo goce literario a partir de la socialización. En su práctica nos reconectamos con la añoranza de contar con más espacios para compartir la lectura y la conversación.
Como dice Gandalf en un momento de expectación: “Estamos viéndonos nacer, Galadriel”.
Título del Libro El mago y el escritor
Autor(a) e Ilustrador(a) Escrito por Graciela Repún. Ilustrado por Javier Caparó
Editorial Norma
Año 2006