Nunca Jamás

Fiorella y Maggie son dos hermanas que han perdido a su madre en las primeras páginas. Ninguna comprende muy bien por qué todo pasó tan rápido, ni qué ritos deben hacer en los próximos días, pues esa es tarea de adultos. Fiorella, una preadolescente, comienza a hacerse cargo de su pequeña hermana, con quien encuentra refugio en la lectura de Peter Pan, un espacio acogedor que les evoca a la mamá cariñosa y dedicada que tenían, como Wendy con los Niños Perdidos. Nunca jamás es una bildungsroman, en la que su protagonista debe crecer rápido y ser responsable, incluso de su padre, pero hay momentos en los que solo quiere ser una hija a la que cuidar y abrazar. El intertexto con la obra de Barrie nos sumerge en una lectura con capas, entre silencios y momentos contemplativos como parte del duelo, a través de un lenguaje poético y melancólico.